El síndrome de Dravet es una forma rara pero grave de epilepsia que generalmente ocurre en el primer año de vida de un niño y con frecuencia se convierte en una epilepsia intratable en el futuro.
El CBD es un derivado del cannabis que no tiene propiedades psicoactivas de la misma manera que el tetrahidrocannabinol (THC).
El nuevo estudio, publicado en el New England Journal of Medicine, examina una versión farmacéutica de CBD que aún no ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Las propiedades anticonvulsivas de la CDB, así como su potencial para tratar la epilepsia, se han documenta- do anteriormente en estudios preclínicos y clínicos.
El mismo Devinsky también dirigió una intervención abierta en diciembre de 2015 para evaluar los efectos de la CDB sobre el síndrome de Dravet y otras formas de epilepsia resistente al tratamiento.
Aunque los resultados eran prometedores entonces, tanto los investigadores como las familias de los participantes del estudio sabían que estaban administrando y recibiendo el tratamiento, lo que podría haber influido en los resultados.
This new trial, therefore, aimed to eliminate the possibility of this kind of bias by blinding both the researchers and the patients to the fact that they were participating in a trial.
Devinsky y su equipo examinaron el efecto de la CDB en 120 niños y adolescentes con síndrome de Dravet.
Participants were between 2 and 18 years of age.
As part of this clinical trial, participants were divided into random groups in 23 medical sites across the United States and Europe.
They were administered either 20 milligrams of CBD per kilogram, or a placebo.
La intervención se agregó al tratamiento existente de los participantes en el transcurso de 14 semanas.
Los pacientes tratados con CBD tuvieron un 39 por ciento menos de convulsiones como resultado de la intervención.
Los que incluían vómitos, fiebre y fatiga.