Todos experimentamos ciertas situaciones a lo largo de la vida que nos producen ansiedad, es una sensación natural que puede ser causada por multitud de motivos, desde dar un discurso frente una multitud de personas hasta confrontar a alguien por algún problema.
Por otro lado, si notas que empiezas a sentir ansiedad debido a situaciones cotidianas y esta ansiedad es intensa y persistente, puede que sufras trastorno de ansiedad.
Según podemos encontrar en la web Mayo Clinic, estos sentimientos de ansiedad son difíciles de controlar y pueden llegar a interferir con cualquier actividad diaria por muy alejada de una situación de peligro real que esté. La ansiedad puede influir de forma negativa en nuestra vida haciendo que no vayamos a ciertos lugares o no hagamos ciertas cosas por temor.
Tal y como se afirma en la web WebMD, este tipo de ansiedad despierta sentimientos de terror que aparecen de forma repentina. Los síntomas que acompañan a este trastorno suelen ser sudoración excesiva, dolor de pecho, palpitaciones e incluso sensación de asfixia. A veces se siente como si estuvieras sufriendo de un ataque al corazón.
Esta forma de ansiedad es causada por una excesiva preocupación o timidez a la hora de afrontar situaciones sociales normales. Normalmente esta preocupación es alimentada por el miedo a ser juzgados o por el miedo a hacer el ridículo.
Este tipo de trastorno lo sufren aquellas personas que se preocupan de forma excesiva y se ven superadas por situaciones totalmente normales en las que no existe nada por lo que preocuparse en absoluto.
Este tipo de ansiedad es provocada por el miedo irracional o patológico a cosas o situaciones específicas que quieres evitar por completo.
Esta forma de ansiedad obliga a llevar a cabo repetidamente conductas rituales o rutinas como forma de aliviar la sensación de ansiedad.
Este tipo de ansiedad aparece como resultado de una situación traumática que puede conducir a vivir flashbacks, pesadillas o recuerdos intrusivos cuando sucede algo malo.
Existen algunas reacciones física que podemos observar para ayudarnos a saber si realmente padecemos un trastorno de ansiedad producido por situaciones irreales o hipotéticas.
- Nerviosismo, inquietud y tensión
- Sensación de que se aproxima un peligro inminente
- Sudoración repentina
- Náuseas o problemas gastrointestinales
- Temblores
- Aumento del ritmo cardíaco
- Sensación de debilidad o cansancio
- Problemas para concentrarte o pensar en algo diferente a lo que te preocupa
- Problemas para dormir
- Deseo de evitar cosas o situaciones que puedan desencadenar ansiedad
Los ataques de pánico también pueden ser un indicador importante de un trastorno de ansiedad. Un ataque de pánico es una sensación abrumadora y repentina de terror que vienen acompañadas de estos síntomas según la web WebMD:
- Aceleración del ritmo cardíaco
- Náuseas o mareos
- Entumecimiento u hormigueo en las manos y los dedos
- Sensación de terror o de muerte inminente
- Escalofríos y sudoración
- Dolor en la zona del pecho
- Dificultad a la hora de respirar
- Sensación de pérdida del control
La ansiedad no se cura con pastillas!
°Este producto no intenta diagnosticar ni curar ninguna enfermedad. Pero si puede ayudar ha reducir y mitigar el padecimiento.°